Fidela Juan Morales

.
Exposición realizada en la Casa de Cultura de Fuensalida, del 20 de abril al 3 de mayo de 2010.


Cartel de la exposición.
Diseño: Mario Fournier y Rubén Pecorari.






Folleto de la exposición.
Diseño: Mario Fournier y Rubén Pecorari.








Sala de exposiciones











Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.



Fidela Juan Morales - óleo sobre lienzo.


.

2 comentarios:

  1. Felicidades Fidela por tu pintura, porque tiene algo de narrativa, puedes componer, con cada una de ellas, una historia, historias de soledad. Y da lo mismo un paisaje que un bodegón, ambos tienen el mismo espíritu que les confiere esa unidad, transmitiendo un clima silencioso y reposado.

    ResponderEliminar
  2. Estos cuadros son para mí retratos psicológicos que hablan a través del silencio de la naturaleza. Paisajes exteriores que se asoman a un futuro impredecible cubiertos de melancólica memoria, no exentos de temores y soledades asumidas, en los que brotan de un aire a la vez tierra flores que son nubes, aguas que golpean con pausada insistencia rocas ya heridas, campos yermos donde habitan árboles dolientes, fuegos celestes, naufragios, bosques de inhóspita espesura, sueños quebrados, juegos interrumpidos. Se evocan también paisajes domésticos deshabitados, enseres cotidianos semi-arropados, tiempo detenido añorando caminos que se prolongan cargados de pasado.

    Con Fidela nos adentramos en un mundo simbólico de recuerdos, de realidades e ilusiones que se sitúan en momentos pausados y reflexivos. Espacios que parecen aguardar un ayer y un mañana inalcanzables.

    ResponderEliminar